21/1/13

La importancia de no medir tus propias visitas



Les voy a contar una historia. Érase el año 2001, una Asociación distinguida me pidió que mantuviera su sitio Web bajo el rol de "webmaster". Encantado pues. Y su principal argumento para la mantención del sitio, es que sin haber publicado nada nuevo en los últimos X años, tenía un promedio de 60 visitas diarias en día hábil. El trato era que yo ganaría comisión por ventas de publicidad en el sitio. Estamos hablando de una época en que Google era un buscador incipiente y su plataforma publicitaria estaba en pañales, incluso me atrevo a decir que no existía.

Resumiendo la historia, al mes y medio de trabajar ahí me di cuenta de algo. El computador que yo utilizaba, tenía el sitio Web en cuestión como página de inicio de su navegador. El día que configuré una página de inicio distinta, las visitas del sitio cayeron estrepitosamente. Llevaba un mes y medio trabajando gratis sobre un precepto falso. Y como había poco trabajo, me tenías actualizando sus bases de datos, por teléfono.

De modo que renuncié, les expliqué que las visitas en su sitio eran una patraña y por lo tanto su trato de pagarme con comisiones valía hongo. Lo dije de una manera profesional, pero estaba enrabiado así que no me preocupé.

¿Y a qué viene esta historia aburrida? 


Resulta que un número importante de las visitas registradas en tu Google Analytics, son precisamente visitas tuyas, del desarrollador y de toda la gente que trabaja en el sitio. Y para efectos del negocio, esas cifras están infladas y no son una muestra fidedigna de los intereses de los usuarios ni sus tendencias de navegación.

Una manera de evitar la recolección inflada de datos, es crear un perfil secundario en Google Anallytics dentro de la misma cuenta (es decir, no crear una nueva cuenta de anallytics, sino que mantener la actual y crear un segundo perfil que mida exactamente lo mismo). Con la única diferencia, que a este segundo perfil le vamos a incluir un filtro de IP. Esto solo funciona si tu red de trabajo utiliza un rango de IP fija.


Otra forma es instalando un bloqueador de Google Analytics en tu navegador por defecto (Chrome o Firefox). Algunos de estos bloqueadores pueden discriminar entre sitios Web y tú puedes decidir qué sitios no van a recibir ninguna de tus visitas.


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